Los frenos de disco se han impuesto de manera contundente en la gran mayoría de bicicletas. Si hablamos de seguridad, pocos elementos son tan cruciales como éstos. Y, dentro de los frenos, las pastillas de freno juegan un papel fundamental. Su correcto funcionamiento puede marcar la diferencia entre un frenado suave y controlado y una situación potencialmente peligrosa.
Como hay mucho de lo que hablar, vamos a dividir este artículo en dos partes: en esta primera mitad te vamos a contar cómo puedes saber si ha llegado el momento de cambiar las pastillas de freno para de tu bici, y los diferentes tipos.
La semana que viene hablaremos de cómo elegir las más adecuadas para tus necesidades y te recomendaremos algunas que puedes encontrar en tiendas Forum Sport y en nuestra web.
¿Empezamos? 🙂
¿Cómo saber si mis pastillas de freno están para cambiar?
Para saber si las pastillas de freno de disco de tu bicicleta necesitan ser cambiadas, puedes seguir estos pasos:
Grosor de las pastillas
Una de las formas más sencillas de determinar si tus pastillas de freno necesitan ser cambiadas es revisar su grosor. Las pastillas de freno de disco vienen con unos 3 ó 4 mm de compuesto en la pastilla.
Cuando la pastilla se haya desgastado hasta 1,5 mm o un 25% de grosor, es momento de cambiarla. A veces hay que quitarlas para poder apreciarlo bien.
Ruido al frenar
Si al frenar escuchas un chirrido, puede ser un indicador de que las pastillas están desgastadas.
Frenado menos eficiente
Si notas que tu bicicleta no frena tan bien como antes, puede ser un indicador de que las pastillas están desgastadas o cristalizadas.
Es importante recordar que es mejor no apurar demasiado el cambio de las pastillas porque el soporte metálico de las pastillas podría llegar a tocar el disco de freno, estropeándolo antes de tiempo.
Si montas en bicicleta con frecuencia, es una buena idea inspeccionar visualmente los frenos con regularidad.
Tipos de pastillas de freno:
Aunque hay más tipos, las más habituales son las siguientes:
Orgánicas o de resina
Estas pastillas son las más comunes, tienen la ventaja de tener una muy buena eficacia de frenado desde las primeras vueltas de rueda (es decir, en frío) y un precio relativamente asequible. Sin embargo, tienden a desgastarse más rápidamente y son bastante sensibles al barro.
Están compuestas con distintas resinas y pueden llevar algún filamento de metal blando. Suelen ser las que vienen de serie en las bicicletas nuevas.
Semi metálicas
Las pastillas Semi metálicas intentan englobar lo mejor de las orgánicas y de las metálicas, la marca Galfer ha hecho una gran apuesta por este compuesto que logra un rendimiento muy equilibrado.
Metálicas
Las pastillas metálicas o sinterizadas ofrecen un excelente frenado, pero necesitan coger temperatura para un óptimo funcionamiento.
Su compuesto es aproximadamente un 80% metálico, con fibras de hierro, cobre o bronce y el resto es resina.
Sus principales ventajas son su durabilidad, frenan bien en cualquier condición y en su contra tienen que son más abrasivas con los discos y pueden llegar a generar más ruido que las orgánicas.
En algunos modelos de gama alta pueden tener unas aletas en la parte superior, de cara a facilitar la refrigeración de la pastilla:
Y hasta aquí podemos leer por el momento. La próxima semana completaremos este dossier sobre pastillas de freno para tu bicicleta 🙂 .
Por Federico Vuelta Fernandez, Forum Sport Santander.
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