Hoy nos vamos de gravel por La Val d’Aran. Y es que esta zona de los Pirineos Catalanes ofrece 370 kilómetros de senderos forestales para desahogarse con una bicicleta. ¿Quieres conocer este auténtico paraíso del deporte al aire libre? ¡Síguenos! 🙂
La sensación de aislamiento en este recorrido de tres días es una pasada: ¡nos vamos de gravel por la La Val d’Aran!
Una ruta llena de paisajes únicos
El pulso se regula y baja lentamente después de la empinada subida por un camino sinuoso. Cuando veas los bonitos tejados de pizarra de la pequeña aldea de Montcorbau, el descanso está cerca. La plaza de la iglesia es un buen lugar para hacerlo.
Desde el primer día, este recorrido muestra su carácter: la ruta es físicamente exigente y llena de impresionantes paisajes únicos. Haremos el camino en el sentido de las agujas del reloj por este valle alto de los Pirineos.
Gravel por La Val d’Aran: retiro en Montcorbau
21 personas viven en Montcorbau, pero quizás no te tropieces con ninguna de ellas. La sensación de retiro es muy intensa en La Val d’Aran, donde viven menos de 10.000 personas en nada menos que 630 kilómetros cuadrados.
Incluso en la “capital”, Vielha, pareciera que los relojes andan a una velocidad diferente. Con una superficie de 632,93 km², la Val d´Arán es uno de los entornos más bellos de los Pirineos.
Es precisamente en Vielha donde comienza esta aventura gravel de tres días. La ciudad tiene un número modesto de habitantes, alrededor de 5.600. Predominan las casas de piedra tradicionales de granito oscuro con típicos tejados de pizarra.
Café a 2.000 metros de altura
En la plaza de la iglesia, a la sombra de los plátanos, se puede tomar un “cafè talhat”, como aquí le dicen a un cortado.
El objetivo hoy es ver los rincones más bonitos de la región a lo largo de 160 kilómetros y cerca de 5.000 metros de desnivel.
La ruta no deja de lado ninguno de los aspectos más destacados de la comarca, que en su mayor parte está a más de 2.000 metros de altura.
La era roda nos da la medida en la Val d’Aran
El recorrido sigue en gran medida la ruta “Era Roda Compact”. En los últimos años, bajo la marca “Era Roda” se han diseñado varias rutas en bicicleta por la Val d’Aran.
Entre ellas la “Era Roda Classic Tour” es aún más larga, con 210 kilómetros, que la versión «Compacta».
En la página web de Era Roda puedes encontrar no solo estas sugerencias de rutas, también posibilidades de alojamiento.
Además, por supuesto, también puedes inscribirte en la Era Roda Gravel Gran Fondo y competir por la victoria con otros ciclistas de gravel en una distancia de 110 kilómetros.
Unos recorridos circulares que discurren sobre caminos forestales y pistas de grava. Entornos pintorescos a través de bosques de hayas y robles y siempre abiertos a unas vistas fantásticas del macizo de la Maladeta, incluyendo el pico más alto de los Pirineos, el Aneto (3.404 m).
Iglesias pardas y el oso románico: perdón, al revés
Además, también se pueden ver tranquilos caseríos con iglesias románicas, que se cuentan entre los bienes culturales más importantes de Cataluña.
En la frontera con Francia, el valle de la cara norte de los Pirineos, con sus cumbres a más de 3.000 metros y sus verdes valles, es un paraíso ciclista durante todo el año.
Pedalearás por caminos llenos de curvas entre los pueblos donde, en el siglo XVIII, los mercaderes vendían sus mercancías entre Francia y España a lomos de burros y mulas.
En las cotas más altas cruzan los compactos rebecos pirenaicos, Con mucha suerte y con cuidado se pueden ver uno de los animales singulares y difíciles de ver de la Val d’Aran, el oso pardo.
La Val d’Aran: una cultura singular
La liebre y el erizo también se dicen aquí «Buenas noches”; «bona net» en aranés, el idioma propio de esta tierra.
La Val d’Aran está al norte de la cordillera principal de los Pirineos y durante mucho tiempo no se podía acceder a ella más que desde Francia.
La conexión con este territorio no se normalizó hasta la construcción del túnel de Vielha, de cinco kilómetros de distancia.
La otra manera de acceder al valle es pasando por el impresionante puerto de la Bonaigua. Por todo esto aquí se ha preservado una cultura singular y una lengua propia, el aranès.
La Val d’Aran tiene una cultura y lengua propias, con un estatus especial dentro Cataluña. Por ella discurren viejos caminos de contrabandistas y también surgieron rutas de refugiados, en los que la gente perseguida por el franquismo, tras la Guerra Civil, huyó a Francia. Y más tarde, en camino contrario, huyendo de los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Fin de la primera etapa de Gravel por La Val d’Aran: Les
El pueblo destino de la primera etapa es Les, con sus famosas aguas termales donde se puede disfrutar de un baño.
Los amigos de la alta gastronomía encontrarán aquí el caviar local Nacariï, que se exporta a todo el mundo. La Capilla de Sant Blai es una de las ermitas románicas más antiguas de todo el valle y bien digna de ver.
Dejando Les atrás se llega pedaleando hasta el renovado Refugio Honeria. Esto ya es alta montaña, rodeado de gigantes de roca y con una vegetación escasa.
En un bucle, el recorrido conduce de regreso a Les y luego a Bossòst, desde donde podrás hacer un amplio arco a través de la parte norte del valle, como si estuvieras en un particular “Far West”.
En el parque nacional Baqueira Beret-La Val d’Aran
La estación de esquí de Baqueira Beret-La Val d’Aran es un paraíso para los deportes de invierno con su abundancia de nieve.
La meseta del Pla de Beret, justo detrás de los remontes, a 1.850 metros sobre el nivel del mar, alberga un interesante recorrido circular por el río Noguera Pallaresa, rebosante de agua y rodeado de prados de un verde exuberante.
El Pla de Beret
También es un destino popular para senderistas de invierno con raquetas de nieve. En tiempos pasados se consideró un centro de magia negra. En su término, a seis kilómetros de Beret, está el Santuari de Montgarri con una impresionante iglesia románica del siglo XVI, los propios edificios del monasterio y un antiguo hospital.
Más allá del río yace un pueblo abandonado como testigo del éxodo rural en las décadas de 1950 y 1960.
La ruta circular de nueve kilómetros de longitud se puede recorrer con la bicicleta de gravel por la pista forestal (la ruta de senderismo señalizada se separa en parte de ella) y es muy recomendable.
Continuando la ruta de gravel por La Val d’Aran desde Baqueira se entra en la zona periférica del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, el único parque nacional de Cataluña.
Con una zona periférica de un total de 40.852 hectáreas y una zona núcleo de 14.119 hectáreas es el Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, que se extiende por las comarcas de Alta Ribagorça, Pallars y Sobirà, Pallars Jussà y Val d’Aran en la provincia de Lleida.
“Aigüestortes” en La Val d’Aran
La abundancia de agua es asombrosa (“Aigües tortes” significa aguas sinuosas). El parque tiene la mayor densidad de lagos y estanques de la Península Ibérica y el mayor número de lagos de alta montaña de Europa.
Por el este limita casi directamente con el Parque Natural del Alt Pirineu, que también cubre gran parte de la Val d’Aran.
El recorrido con la gravel gira justo debajo del Refugi de Colomèrs en bucle de vuelta al valle. Aquí merece la pena aparcar por un rato la bici y caminar, para adentrarse un poco más en los idílicos paisajes de alta montaña con los típicos lagos glaciares de color azul y verde turquesa.
Un paraíso para los ciclistas
En verano la Val d’Aran es un paraíso para ciclistas, excursionistas y amigos de los deportes de aventura como el rafting o la escalada.
La mayor concentración de lagos, de los más grandes, están alrededor del Refugio de Colomèrs a 2.115 metros sobre el nivel del mar, como restos de la actividad glacial en el poderoso Circ de Colomèrs, probablemente el circo glacial más impresionante del Pirineo catalán.
Desde el refugio podemos hacer el popular paseo circular que en poco más de 5 kilómetros recorre la cuenca y conecta siete de los lagos de montaña más grandes, así como numerosos estanques de menor tamaño.
Retomamos la bici para entrar ahora a través del hermoso valle hasta Arties. En este paisaje aparecen escenas de postal por todas partes: bloques de granito grandes como camiones dan testimonio de la fuerza de las lenguas glaciares protagonistas de este paisaje ambivalente, agreste y encantador al mismo tiempo.
Ficha Técnica de la ruta de Gravel por La Val d’Aran
DIFICULTAD
Recorrido exigente con importantes subidas por un valle alto de los Pirineos. Una pequeña parte del recorrido discurre por carreteras, la mayor parte por caminos de grava y caminos forestales, ocasionalmente también por senderos.
CÓMO LLEGAR
- En avión: Los aeropuertos más cercanos son Lleida, Barcelona o Toulouse. Un coche de alquiler desde el aeropuerto es lo ideal.
- Autobús: Desde Barcelona hay un autobús directo a Vielha (Alsa.es).
- Tren/autobús: Alternativamente, puedes viajar en tren (renfe.es o rodalies.es) hasta Lleida y desde allí en autobús. Los autobuses regulares de la ruta Bagneres de Luchon (Francia) – Benasque (Aragón, España) también pasan por la Val d’Aran.
- Coche: Desde el sur se puede llegar a la Val d’Aran por el túnel de Vielha o el Port de la Bonaigua.
ORIENTACIÓN Y MAPAS
Mapa “Val d’Aran” (1:40.000; Editorial Alpina; 12 euros)
MEJOR TEMPORADA
El gravel en la Val d’Aran es posible desde la primavera hasta finales de otoño. Sin embargo, podemos encontrar nieve y hielo fuera de los meses de verano. Para las altitudes más altas, puede haber nieve residual incluso a principios del verano y las primeras nevadas pueden llegar en septiembre.
MÁS INFORMACIÓN
Oficina de turismo de Vielha: visitvaldaran.com . Provincia de Lérida: aralleida.cat. Espacios naturales catalanes, información de refugios, etc: parcsnaturals.gencat.cat
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