El dolor cervical en el ciclismo se encuentra sin duda en el “top ten” de molestias de las personas que practicamos este deporte. Fundamentalmente en la modalidad de carretera: cuello, hombros, trapecios…
Estas incomodidades aparecen al de un buen rato de haber iniciado la actividad física y el dolor aparece de modo gradual, hasta poder llegar a ser un factor limitante del ejercicio. Como en cualquier molestia, los orígenes y soluciones son múltiples y diversos; vamos a verlos.
Causas técnicas del dolor cervical en el ciclismo
La musculatura implicada es:
- Flexores del cuello
- Extensores del cuello
- Trapecio superior
- Angular de la Escápula
Y las estructuras implicadas:
- Cintura escapular
- Vértebras cervicales
- Charnela cervico-dorsal
El origen más común del problema viene dado porque el tronco no es capaz de sustantarse por sí solo y tampoco sujeta la cabeza y hombros.
El gesto más habitual del ciclista que tiene estas molestias es la de soltar las manos de las manetas y agarrar la cruceta del manillar para ir más erguido.
Este tipo de debilidades crean espaldas cifóticas (con forma de “chepa”) como la de la fotografía:
Causas mecánicas
- Manillar bajo
- Manillar largo
- Bici de talla inadecuada
Una mala colocación de nuestra bicicleta también puede hacer que aparezcan las molestias en la zona cervical.
Soluciones al dolor cervical en el ciclismo
Las soluciones mecánicas pasarían por…
- Elevar el manillar, bien colocando anillas en la dirección (si nos deja el tubo de horquilla), bien dando vuelta a la potencia.
- Si nos cuesta llegar a las manetas, la potencia deberá ser más corta (pero cuidado con acortarla en exceso ya que se verá comprometido el manejo de la bicicleta).
- Adelantar el sillín también es una medida aconsejable.
- Elige bien tus gafas de ciclismo: una cuestión que tiene menos incidencia pero que suele agravar el problema. Si vemos la parte superior de la gafa, instintivamente bajaremos la cabeza para tener una mejor visión. Deberemos procurar llevar unas gafas que nos permitan una visión limpia.
En cuento a nuestra colocación en bici, deberemos ir siempre con la espalda recta. Un ejercicio que nos costará pero que es la mejor profilaxis para evitar la molestia.
El trabajo de fuerza en core es muy útil siempre, no solo para la bicicleta, pero la colocación de la espalda es un gesto que deberemos hacer conscientemente.
Por: Iñaki Erdoiza, TÉCNICO BIOMECÁNICO y cofundador de Custom4US
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