¿ Manías de los runners ? Si los runners no tenemos manías…y menos que den asco… No cuela ¿verdad? Por eso hemos querido hacer un post divertido pidiéndoles a nuestr@s bloguer@s que nos cuenten hábitos o momentos desagradables que han presenciado en carrera… Si sigues leyendo, lo que encontrarás no va a ser bonito… ¡Pero sí divertido! 🙂
Entre las manías de los runners, además de estos «momentos desagradables» de otros corredores –porque ellas/os no son así, of course- que han presenciado durante su multitud de carreras y entrenamientos, hemos incluido también supersticiones, manías, excentricidades propias que les funcionan para optimizar su rendimiento….
…o al menos eso es lo que creen…
Ya te hemos dicho que, si continúas leyendo, lo que encontrarás no va a ser bonito: pis, ortigas, mocos, escupitajos…pero seguro que te echas unas risas…y a lo mejor en los comentarios podrías contarnos alguna experiencia similar que hayas vivido en tu trayectoria como corredor. Alguna cochinada que hayas visto en otros.
Porque tú no eres así, of course… 😉
Roberto Garay: Mira lo que entiende él por «PICARSE en carrera»
Aunque ya son unos cuantos años los que llevo en el mundo del running -y más concretamente en el trail running-, no me considero un corredor maniático y las típicas manías de los runners me son ajenas; soy de los que les gusta mantener la rutina diaria aunque sí que debo de reconocer que, dependiendo la distancia de la carrera y el nivel de cansancio que lleve, uso un truco infalible.
Fue por pura casualidad en un ultra que se celebra en el País Vasco cuando me di cuenta de que lo que en un primer momento había sido un “accidente” se convertiría en una técnica de resucitación -en la ultradistancia se muere y se revive varias veces- más practica y eficaz que cualquier gel cargado de cafeína.
Me refiero a la acción de ortigarme siendo consciente de ello; sí, sí, ortigarme voluntariamente en esos momentos en los que vas derrotado y por tu cabeza solo circula la idea de abandonar. Me sucedió en aquella carrera de forma fortuita después de un traspiés y desde entonces han sido varias carreras en las que me he ortigado voluntariamente: el picor hace que despiertes de tu letargo runero y que te pongas las pilas hasta que el efecto empiece a remitir. Os invito a tod@s a que experimentéis con esta técnica buena, bonita y barata.
Igor Quijano: Ha visto cosas que no creerías
Compartir momentos con otros runners suele ser generalmente un motivo de alegría. Y digo que suele ser, porque a veces te encuentras con gente que es capaz de hacer cosas que le revolverían las tripas a cualquiera. Un ejemplo claro de manías de los runners son esas personas que, incapaces de llevar un clínex en alguno de sus bolsillos –donde, dicho sea de paso, sí que le entran cinco geles, unas sales y un móvil con pantalla de 52”-, decide que aspirar para adentro como si no hubiera mañana es una idea genial.
El resultado final suele ser una hermosa melodía entre trompetera y gutural que termina con la expulsión de una flema que por su tamaño y textura entre gelatinosa y cremosa más bien podría ser un flan. Que tú que lo oyes y lo ves de cerca mal, PERO EL DE ATRÁS QUE NO SE LO ESPERA Y LO PISA PEOR! Suerte si no se va al suelo del patinazo y termina revolcándose sobre tan sabroso regalito.
Igual habría que proponer que en los avituallamientos hubiera también pañuelos, o por lo menos una escupidera como en el antiguo oeste. Aunque no sé qué sería peor :-p
Marta Antoñana: Una carrera fluida
¿A quién no le ha caído en alguna ocasión alguna gotita de un moco o escupe ajeno? No me considero una persona escrupulosa pero no soporto la manía que tienen algunos runners de expulsar sus fluidos corporales a varios cientos de kilómetros por hora como si estos también entraran en la competición.
A mí personalmente me pasa que al ponerme a correr tengo la sensación de que aumenta la producción de saliva o mucosidad y tengo esa necesidad de expulsarlo para continuar mi carrera cómodamente. Independientemente de esto, nuestro deber es respetar a los colegas que llevamos alrededor y comprobar que no haya nadie o limpiarnos antes de que las bacterias salgan volando sin rumbo.
Una de mis manías es llevar una muñequera o en invierno con los mismos manguitos, que además de abrigarme me sirven para retirar exceso de sudor de la frente o moqueo nasal.
Andrea Fernández: Runners mocosos…pero unos caballeros
Personalmente, las manías de los runners que no aguanto son las de quienes se suenan los mocos con la mano, ¿tanto cuesta llevar un pañuelo en el bolsillo del pantalón? 🥴🥴 ah!! Y no queda ahí la cosa, porque muchos de ellos después, al cruzar la meta, ¡te dan la mano!!!! Jajajaja
Y como manía personal no puedo colocarme en la salida de una competición sin mi cinta blanca en el pelo. Compito con ella desde los 7 años. Es mi talismán 🍀
Imanol Loizaga: Éstos son mis dominios
Todos nos ponemos nerviosos en los minutos previos a una carrera y, a pesar de pasar varias veces por el WC, nos quedamos con ganas de una última para la “meadita del miedo”.
En una maratón hace varios años, bien apretados unos contra otros en el cajón de salida, a un corredor no le pareció bastante la mezcla de olores que soportábamos a base de cremas, sudor, linimento (y a saber qué más) y, ni corto ni perezoso, haciendo gala de una falta de todo, desde vergüenza hasta capacidad de aguante de su vejiga, se puso a orinar consiguiendo hacer un hueco de un metro a la redonda en donde parecía imposible sacar un palmo de sitio.
Su cara de alivio era tan incuestionable como la de cabreo de los que estábamos alrededor. Menos mal que sonó el pistoletazo de salida casi de inmediato…
Ritxar Fernández: Manías de los runners mentirosillos…
No puedo decir que me dé asco, pero me llaman mucho la atención lan manían de los runners y conocidos que saludas cuando llegas a una carrera, y un comentario general que se hace es “¡No sé para qué he venido, no estoy entrenando nada, este último mes he corrido tres días!”
Ahora, en cuanto suena el disparo, piernas para qué os quiero, no les vuelves a ver hasta la meta.
Contento con haber podido entrenar tres o cuatro días esa semana (y a veces conseguir hacer buenas carreras), piensas que estos tipos a poco que entrenen pueden ser unos cracks.😜.
Hanot Echevarria: Le da palo contarlo, pero allá va
Especialmente en el monte, ya sea en un entrenamiento o compitiendo, me paso el recorrido entero cogiendo palitos, piñas, ramas… Las voy troceando a medida que pasan los kilómetros. Cuanta más seca y más fácil sencillo resulte romperla mejor, mayor disfrute. Cuando acabo con uno, busco otro y así durante todo el recorrido.
Tiene sus riesgos, ya que no siempre atinas a coger una rama adecuada y no será la primera vez que me llevo alguna zarza, o intento partir una rama mientras corro pero no se parte y me quedo enganchado 😉 Especialmente interesante para series o cuestas, coger un palo seco al inicio de la serie y tenerlo troceado antes de acabarla, doble trabajo….
¿Te han gustado estas manías de los runners? ¿Han sido suficientemente asquerosas? 🙂
¿Y tú? ¿Tienes alguna manía inconfesable como runner que, por lo que sea, te apetecería compartir con nosotros? ¿Has visto cosas sumamente desagradables entrenando o en carrera y no quieres ser el / la únic@ traumatizad@ con esa imagen? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
¡Nosotras/os te entendemos! 😉
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