Guía para elegir tu frontal de Trail Running

A día de hoy existen infinidad de marcas que nos ofrecen un amplio abanico de posibilidades en cuanto a la elección de un frontal u otro pero… ¿Sabemos verdaderamente lo que estamos comprando? y lo más importante: ¿Sabemos escogerlo en función de nuestras necesidades? En este post aclararemos estas cuestiones y os dejaremos algunas recomendaciones para elegir vuestro frontal para trail.

Para un servidor sería inimaginable no meter en la mochila, tanto de senderismo como de trail, este indispensable objeto que podría convertirse en nuestra salvación ante un día complicado de montaña. Se suele decir que la experiencia es un grado, y a mí me ha demostrado que el incorporar un frontal en mi equipo básico a la hora de salir al monte no debe de ser una opción, sino una obligación.

UNOS CONCEPTOS BÁSICOS

Lo primero de todo a la hora de buscar un frontal es tener claro unos conceptos en cuanto al tipo de luz que estos aparatos pueden emitir. Por eso a continuación os desgranamos algunos de estos aspectos básicos:

  • Lúmen: es la unidad que se usa para medir el flujo luminoso, es decir, la cantidad de luz que desprende nuestro frontal. Para haceros una idea, una bombilla incandescente de 100W emite unos 1.000 lúmenes.
  • Eficacia lumínica: es la cantidad de luz emitida en relación a la energía consumida por el frontal. Como es lógico, a mayor luz mayor energía consumirá.
  • Iluminancia: medirá la cantidad de flujo luminoso que incide sobre una superficie. Se mide, en luxes, siendo 1 lux igual a 1 lúmen por metro cuadrado. Esto nos interesará sobre todo a la hora de alumbrar más o menos superficie en función de, por ejemplo, el tipo de terreno por el que estamos bajando: si es una superficie muy técnica, nos interesará una mayor iluminancia. Por el contrario, si estamos subiendo podremos defendernos con menos cono de luz.

Tener en cuenta todos estos datos a la hora de elegir nuestro frontal es necesario, pero lo que verdaderamente tendremos que tener en cuenta será el uso que le vayamos a dar: no será lo mismo participar en trails, en los cuales correremos como mucho una o dos horas hasta que amanezca, que en algún ultra trail que nos llevará toda la noche o incluso varios días.

Por eso, lo primero será determinar la actividad para la cual lo vamos a utilizar.

VALE SÍ, PERO A LA HORA DE COMPRARLO ¿EN QUÉ ME TENGO QUE FIJAR?

Una vez tengamos decidido el uso que vamos a dar a nuestro frontal, hemos de prestar atención a los siguientes aspectos:

1. Alcance: será la distancia de iluminación. La casa Petzl lo define como “la distancia en metros a la cual el frontal produce una iluminación igual o superior a 25 luxes”. Los frontales de bombillas incandescentes tienen -o solían tener- un alcance de unos 30 metros, frente a los 100 metros de las halógenas y hasta los 300 metros de algunos con tecnología LED (con 40 lúmenes se alcanzan unos 10-12 metros). Como hemos dicho anteriormente, en subidas no será tan necesario el alcance como si lo será en bajadas técnicas.

2. Intensidad de luz: esta característica la tendremos en cuenta en función de la actividad que vayamos a realizar. Nos fijaremos en la cantidad de lúmenes que marcará el frontal, aunque tened presente que las marcas muchas veces nos ponen el máximo de lúmenes que el frontal dará en su máxima potencia, no durante todas las horas de funcionamiento.

Según mi experiencia, para ultras que nos lleven unas 6-7 horas corriendo de noche, no usaría aparatos de menos de 180-200 lúmenes.

3. Autonomía: uno de los mayores quebraderos de cabeza a la hora de elegir. La autonomía es el tiempo durante el cual el frontal es capaz de ofrecernos una iluminación igual o superior a 0,25 luxes y a 2 metros de distancia. Esta dependerá de la demanda de energía que hagamos y de la potencia que usemos, pudiendo pasar de 5 horas de uso hasta 40 horas.

4. Homogeneidad de iluminación: esta característica nos permitirá una visión más cómoda y menos forzada, además de una mayor maniobrabilidad. Es un detalle a tener en cuenta cuando llevéis varias horas corriendo de noche y el cuerpo no reaccione como uno querría.

5. Estanqueidad o Valor IP: tanto al agua como al sudor. Vendrá marcado por las iniciales “IP” seguidas de 2 números. El primero hará referencia a la protección o estanqueidad al polvo, mientras que el segundo lo hará a la protección al agua. Esta es una tabla con todos los significados:

Protección frente al polvo, del 0 al 6: Protección frente al agua, del 0 al 8:
0: sin protección. 0: sin protección.
1: protegido contra los objetos sólidos superiores a 50mm de diámetro. 1: protección contra el goteo.
2: protegido contra los objetos sólidos superiores a 12,5mm de diámetro. 2: protegido contra el goteo de agua vertida cuando está inclinado hasta 15 grados con respecto a su posición normal.
3: protegido contra los objetos sólidos superiores a 2,5mm de diámetro. 3: protegido de la lluvia a 60 grados de inclinación.
4: protegido contra los objetos sólidos superiores a 1mm de diámetro. 4: protegido contra proyecciones.
5: protegido contra el polvo; entrada limitada sin que entre en cantidad suficiente para perjudicar al frontal. 5: protegido contra chorros de agua.
6: protección completa. 6: protegido contra fuertes chorros de agua.
  7: protegidos contra los efectos de la inmersión temporal en agua (a 1 metro durante 30 minutos).
  8: protegido contra los efectos de la inmersión prolongada ( a mas de 1 metros en un tiempo definido por el fabricante).

Como recomendación, deciros que tendrá que tener una resistencia al agua de 4 como mínimo, es decir, el equivalente a protegido contra proyecciones.

6. Regulación del haz luminoso: la posibilidad de ampliar o reducir el cono de luz. Lo incorporan prácticamente todos los modelos.

7. Iluminación constante: es una función opcional en algunos frontales que permite un rendimiento estable durante un tiempo determinado, esto es, que la luz no decaiga de forma progresiva hasta agotarse las baterías. A modo de ejemplo, diríamos que ilumina con la misma intensidad durante 6 horas para después entrar en modo supervivencia. Un modo que dura unos 30 minutos como poco, tiempo suficiente para cambiar la batería.

8. Peso: hay multitud de opciones en cuanto al peso. Como siempre, buscamos la ligereza, pero siendo conscientes de que cuantas más opciones y autonomía nos ofrezca un frontal, más peso tendrá. En carreras largas el peso pasa a un segundo plano ya que lo que nos interesa es priorizar un frontal con la mayor intensidad de luz y una gran autonomía.

9. ¿Pilas o baterías?: Los de baterías nos permitirán recargarlo además de contaminar menos, aunque tendremos que comprar una segunda batería (sobre 40 euros). Las pilas, a priori, serán más baratas y las encontraremos en cualquier sitio, aunque son contaminantes. Hoy en día hay modelos como el Petzl Nao que ofrecen ambas opciones.

10. Comodidad: fijaos en la cantidad de cintas. Algunos modelos traen una central que pasa por encima de la cabeza y hace más estable el frontal. Buscad las que sean anchas, sobre todo cuando vayáis a estar horas con él.

Mirad también la ubicación de las pilas o batería ya que algunos modelos dan la opción de meterla en la mochila a través de un cable. Esto nos ayudará a proteger la fuente de energía de la lluvia y el frío, revirtiendo a la vez en una mayor durabilidad. Si os gusta correr con visera o gorra probadlo antes, ya que podría no encajar bien con el visor sobre todo en frontales de cinta central.

Otro detalle a tener en cuenta será la ubicación de los interruptores y su comodidad a la hora de encender o apagar el frontal, ya que no es lo mismo hacerlo en la tienda que de noche con guantes, frío, sin visibilidad, etc.

11. Luz roja trasera: opcional en algunos frontales y obligatoria en muchas carreras, así que el hecho de que venga incorporada hará que nos despreocupemos de una segunda luz.

12. Color de la luz: hay frontales de LED que emiten dos luces: una más azulada dando la impresión de que alumbra más, y otra más amarillenta de luz más cálida. Esta última es la mejor opción para mi gusto, ya que se asemeja más a la luz natural.

A MODO DE RESUMEN…

Podríamos hablar de frontales para trail, en los que buscaremos ligereza y un haz de luz amplio pero no con tantos lúmenes, ya que no estaremos muchas horas corriendo de noche.

Y por otro lado, frontales para ultra trails en los cuales nos interesará la máxima autonomía con una buena potencia (se agradece cuando uno está cansado). En este caso el peso será algo secundario pues priorizaremos aquellos con un número razonable de lúmenes. La comodidad y el código IP, sin embargo, serán dos aspectos que también tendremos en cuenta fruto de las horas que estaremos con él puesto.

Barajad siempre la posibilidad de llevar dos frontales en vez de uno ya que el simple hecho de tener que apagar el frontal en medio de la oscuridad para poder cambiarle las pilas o la batería es una acción bastante aparatosa y peliaguda.

Además, y por mi experiencia, el que la luz del segundo frontal sea algo diferente en cuanto al color que emite (más azulada o amarillenta como hemos explicado anteriormente) crea, por lo menos en mi caso, un efecto psicológico positivo y motivador, algo fundamental si te embarcas en la aventura de correr algún trail o ultratrail en el que lo tengas que utilizar.

Si os habéis quedado con ganas de más, en futuros artículos testaremos varios modelos de la casa Petzl como el Tikkina, el Reactik E95 HMI o el que a día de hoy es el “pata negra” de la casa francesa: el Nao con sistema Bluetooth.

Por: Roberto Garay Mier, tester y especialista de running en Forum Sport.

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