El objetivo de este artículo es ayudarte a diferenciar las partes principales de una zapatilla de running y cómo influye cada una de ellas a la hora de correr para que, de ahora en adelante, sepas valorar entre uno u otro modelo dependiendo de tus necesidades.
Conviene tener en cuenta que cada marca utiliza una tecnología y nomenclaturas personalizadas en sus modelos para nombrar los elementos que la componen, pero en general los más comunes son los que puedes ver en esta infografía:
En primer lugar conviene que te hagas una serie de preguntas:
¿Por qué superficie voy a correr? ¿Qué distancias? ¿Cuál es mi perfil de corredor? ¿Competición o entrenamiento? Las respuestas irán acotando las zapatillas adecuadas para ti.
En segundo lugar e independientemente de la lectura de este artículo, te recomendamos que acudas a una de nuestras tiendas Forum Sport para aconsejarte y dar la mejor respuesta a lo que buscas.
Para hacerte más entretenida y detenida la lectura hemos seccionado este artículo en elementos para que te resulte más fácil. ¡Esperamos que lo disfrutes!
“Elementos de una zapatilla de running”:
La Suela:
Es la parte que está en contacto directo con la superficie por la que corras. La elección dependerá de si la superficie es asfalto, pista, hierba, nieve o montaña.
– Los verdaderos protagonistas son sus tacos, diferenciando el material del que están construidos, su disposición a lo largo de la suela, la forma que presentan y su altura. Cada marca y modelo tienen un dibujo diferente con una intención determinada que conviene observar con detenimiento. Algunos modelos presentan un taqueado homogéneo pero la gran mayoría llevan un taqueado diferente para dar una función determinada a cada zona.
Los modelos de trail llevan un taqueado específico que ofrecen las mejores garantías en esos terrenos. Es interesante fijarse en su disposición y analizar la intención del modelo.
– En algunos modelos las zonas de mayor impacto y consecuente desgaste (talón exterior y metatarso interior) suelen tener un compuesto algo más duradero con un color diferente, normalmente negro.
– Igualmente nos encontramos con modelos que presentan huecos en el talón reforzados con grande tacos alrededor, que dan estabilidad a la zona, dejan visible el material de la mediasuela y aligeran algunos gramos su peso.
– El arco, puente o zona entre la parte trasera y delantera de la zapatilla, es la zona que articula y facilita la transición de la zapatilla al correr. Algunos modelos presentan una pieza estabilizadora que da equilibrio al conjunto y fluidez a la pisada desde que se aterriza hasta que se despega. Para corredores de mayor peso conviene una zona media algo más rígida que contenga la pisada.
– La parte delantera suele presentar surcos que cortan la suela de forma trasversal y comunican con la mediasuela para facilitar la flexión correcta del modelo. Conviene coger la zapatilla en las manos y probar su flexibilidad longitudinal y la transversal (torsión). Una mayor flexibilidad facilita la adaptación al terreno y la sensación de comodidad o libertad al correr. Por contra, la mayor rigidez de esta zona suele ayudar a una rápida fase de transición y despegue con un tacto más limpio y seco, se gana en durabilidad aunque se pierde algo de tacto del terreno.
La Mediasuela:
Es la zona que se encuentra entre la suela y el botín en el que encaja el pie y una de las zonas más importantes. Su función principal es dotar de amortiguación, transición, protección y estabilidad a la zapatilla.
La amortiguación se la da el tipo de compuesto y su espesor, pudiendo estar dispuestas en diferentes densidades y capas a lo largo de toda la zapatilla. Cada marca busca innovar y dar un toque diferente a cada uno de sus modelos, con una función específica a cada uno. Es una zona clave y conviene fijarse bien en ella.
Normalmente la gran mayoría de marcas utilizan la EVA, material de baja densidad, ligero y flexible con una buena capacidad de amortiguar el impacto. Suele presentarse en diferentes capas con diversas densidades para consolidar la zapatilla y ofrecer transición en la zancada desde el aterrizaje hasta el despegue.
Adidas ha innovado con su sistema Boost y New Balance con el Fresh Foam que garantizan un avance en recuperación y respuesta mejores a cada paso.
Para dar consistencia de protección o estabilidad cada marca incluye en algunos de sus modelos piezas o elementos (estabilizadores) que hacen la zapatilla más sólida al paso de kilómetros y garantizan una biomecánica correcta a cada modelo.
Pueden estar situados en diferentes zonas cada uno con una función determinada:
– La zona del ante pie (metatarsos y falanges) es la parte habitual de aterrizaje en corredores experimentados que buscan un contacto mínimo y rápido en cada zancada. Es la zona ideal de contacto en ritmos rápidos. Algunas marcas incluyen en sus modelos de trail unas láminas protectoras entre suela y mediasuela que protegen el pie de los objetos del terreno.
– En la zona media o trasera internas suelen llevar una capa de mayor densidad o elementos rígidos que evitan el exceso de caída del pie hacia el interior. Esta caída natural se le llama pronación y puede ser excesiva en algunos corredores por lo que se fabrican modelos destinados a pronadores ó aquellos de mayor peso y que lógicamente, tienden a hundir más esta zona del pie.
Perfil, dropp y horma:
¿Qué es el perfil de una zapatilla y en qué influye?
Podemos distinguir entre perfil trasero y delantero y supone la diferencia entre la altura a la que se encuentra tu pie y el suelo. La suela y mediasuela dan esta altura a la zapatilla.
– Un perfil alto en el talón es apropiado en modelos de entrenamiento o de corredores de mayor peso que necesitan consistencia.. A mayor altura se pierde estabilidad ya que lógicamente se encuentra más alejado del suelo y se vuelve algo más inestable. Estos perfiles altos se equilibran con refuerzos u hormas más anchas que aumentan la superficie de apoyo.
– Un perfil más cercano al suelo aumenta la sensación con el terreno y es propio de corredores más ligeros y experimentados que buscan velocidad y un tacto ligero.
– Las zapatillas minimalistas son aquellas con un mínimo de altura con respecto al suelo. Apuestan por una pisada natural, cercana a la sensación de correr descalzo.
¿Qué es el drop en una zapatilla?
El drop es la diferencia de perfil trasero y delantero y viene expresado en milímetros. A menor drop mayor sensación con el terreno, menor protección artificial y una aterrizaje en la pisada más adelantado con el mediopié. Comúnmente conocido como natural running. Es lógico pensar que cuando corres descalzo no aterrizas con el talón sino que por puro instinto biomecánico y de protección articular se pisa adelantado con la zona media o del mediopié. Esa sensación es la que se busca con zapatillas minimalistas o de drops inferiores a 6 mm: sensación con el terreno, rápida respuesta y mínimo soporte. Las zapatillas con más drop, por el contrario, dan más protagonismo en la pisada de talón.
El equilibrio entre drop y perfil varía de unos modelos a otros, buscando cada uno de ellos una intención diferente que cada uno tiene que experimentar.
¿Qué es la horma de una zapatilla?
La horma es el ancho de la zapatilla y hay marcas que trabajan anchos especiales con mayor o menor anchura para dar cabida a todo tipo de necesidades.
Upper o botín
El upper es la zona que envuelve el pie, cosida en su perímetro a la media suela y podemos distinguir diferentes elementos:
– Mesh o tela que cubre el pie. Suele estar perforado para garantizar la transpiración, o paso del calor interior al exterior. Dependiendo de cada modelo los hay con un mesh más fresco y aquellos para condiciones de lluvia, más cerrados o con membranas impermeables.
– Protección interna con zonas acolchadas que garantizan un confort del pie. Es importante la zona del collar (zona que rodea el talón) que sea suave y convenientemente protegida, para dar protección a la zona del tobillo y talón de Aquiles. Igualmente conviene fijarse en las costuras internas de modo que estén bien acabadas. Hoy día la mayoría de modelos de alta gama están construidas en una sola pieza, libre de costuras que puedan hacernos rozaduras.
– Protección puntera: muy importante en los modelos de trail para evitar golpes con los obstáculos propios de la montaña (rocas, raíces,…).
– Protección lateral: suelen ser termosellados a lo largo de ambos laterales a juego con el logo de la marca, cuya intención es ajustar el pie dando envoltura y solidez al mismo. Las zapatillas de trail suelen incluir unos faldones por todo el lateral para evitar desgarros y aguantar las duras exigencias de la carrera de montaña.
– Protección talón o chasis: es una zona especialmente sólida en la mayoría de modelos , con tiras de goma que rodean la zona para dar necesaria consistencia a esta parte tan articulada y fuerte del pie como es el tobillo y talón.
– Lengüeta: permite introducir el pie en el interior y cerrar el modelo una vez tensamos los cordones. Es importante que esté suficientemente acolchada, sin excesos, y compuesta de un tejido suave como para sentir un buen confort al correr. En los modelos más modernos suele venir internamente cosida al lateral para evitar que se mueva y envolver completamente el empeine, evitando la entrada de elementos del exterior.
– Plantilla: elemento importante en la zapatilla, de diferentes espesores y compuestos, normalmente perforada para equilibrar el calor interior. La superficie en contacto con la planta del pie suele ser de un material suave. La que está en contacto con la media suela suele ser de un material que evita que se deslice al correr. Algunos modelos incluyen plantillas avanzadas que evitan la aparición de bacteria o mal olor.
– Ojales: dispuestos a ambos lados en la parte superior de manera simétrica y por la que pasan los cordones. Cada marca da un toque diferente a esta zona. Es importante que los cordones pasen holgadamente por ellos para garantizar un ajuste progresivo y adaptado a tu forma de pie.
– Cordones: los podemos encontrar de diferentes formas y compuestos. Su función principal es cerrar el conjunto de la zapatilla correctamente. Conviene fijarse en que no sean excesivamente largos, especialmente en los modelos de montaña, en los que no conviene llevarlos largos para evitar enganchones. Si te fijas bien todos los modelos incluyen un último ojal que no suele usarse.
¿Para qué sirve el último ojal de los cordones?
Su función principal es dar un mayor ajuste a la zapatilla en caso de necesitarlo y mantener la lengüeta en su sitio sin que se mueva. Cada corredor y en cada modelo puede utilizarlo en caso de necesidad. Ahora os explicamos cómo utilizarlo:
- Coge el cordón de un lado e introduce la punta por el ojal del mismo lado formando un bucle
- Haz lo propio con el cordón del otro lado.
- A continuación introduce la punta del cordón de un lado por el bucle del extremo contrario
- Haz lo mismo con el otro.
- Introduce el pie y estira de los cordones progresivamente y en diferentes direcciones hasta dar con tu ajuste perfecto.
- Ata el nudo y a correr.
Un fiel consejo es que pruebes zapatillas de diferentes marcas para comparar y tener más posibilidades de ajustar tus intereses o necesidades. Así mismo, dentro de las posibilidades de cada uno, conviene tener un generoso armario con varios modelos en uso de forma que te conviertas en un corredor versátil y con recursos que eviten caer en lesiones por calzado inadecuado.
Autor: Dani Oneka (Tester de Forum Sport)
Me encanto la explicación gracias