Son tantos los beneficios de correr en un marco natural y en una época como el otoño, llena de colores y contrastes, como también lo son la creciente cantidad de runners que se enganchan al mundo del trail.
Lo que hoy conocemos como Trail running es un deporte que consiste en correr por senderos a través de montañas, bosques y montes, prados, alternando subidas, bajadas y llanos. El trail running no tiene un límite de distancia ni de dificultad. Cada uno puede elegir aquellos lugares más adecuados a su experiencia, cercanos a sus lugares habituales de residencia o trabajo. Y es que, una escapada al espacio natural, motiva cada vez a más gente a practicarlo.
Varios son los posibles factores que a modo de atracción la Madre Naturaleza nos ofrece:
- Desconexión de ritmos y ruidos: sumérgete en el espacio por el que corres, conecta con el entorno, siente lo que haces, a cada pisada, escucha tu respiración y el ruido de las zapatillas sobre el terreno. Deja las obligaciones a un lado y marca el ritmo que el terreno y tu mismo pactéis. Adáptate a un entorno libre de ruidos urbanos, de cruces u obstáculos artificiales propios de la ciudad. La Naturaleza pone a tu disposición un terreno de aventura, de entretenimiento gratuito. Activa tus sentidos y déjate llevar.
- Pisada irregular y de tacto blando: en este tipo de terrenos cada pisada es diferente y sobre una superficie más blanda que los terrenos propios de la ciudad. Los beneficios son un menor impacto sobre tu cuerpo, ya que parte de la energía se disipa sobre el terreno. Es un terreno de aprendizaje infinito para tu capacidad de propiocepción, una escuela para fortalecer las principales articulaciones y aumentar la capacidad de adaptación y reacción a terrenos irregulares. Date un tiempo hasta asimilar lo que un terreno irregular conlleva.
- Calidad del aire: un regalo para tus pulmones. Se agradece salir de los núcleos urbanos y dejar atrás esa mezcla de olores propios. La Naturaleza tiene una gran capacidad para regenerar el aire que respiramos. Solo con sumergirte en un espacio natural, es suficiente para darse cuenta del olor típico de la zona, el puro y autóctono, el que no tiene mezclas artificiales. Pero, no nos olvidemos, que su capacidad de crear está por debajo, del daño irreparable que la huella del hombre genera. Una reflexión que no debe caer en el olvido y es derecho de la Naturaleza. Un necesario gesto de solidaridad y respeto por Ella, generosa que no pide nada a cambio.
- Regalo para tus sentidos: disfruta de estaciones diferentes. Es como un regalo envuelto con un papel diferente cada día. Cambiante, viva, perfecta. Un manto natural conectado al ser vivo y que no cierra sus puertas a nadie, excepto cuando muestra su fuerza, necesaria para poner a cada uno en su sitio. ¿Qué mejor regalo que salir a correr por la Naturaleza?
Disfruta de estos espacios allá donde vayas, aventurate a buscar nuevos lugares, párate a escuchar y sentir, rompe con la rutina, deja que te enseñe cosas nuevas cada día, no sin dejar en el olvido el origen de cada uno.
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Por: Dani Oneka
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