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Ampollas y running: cómo prevenirlas y tratarlas

Quién no ha visto alguna vez a algún runner abandonar en medio de una prueba, o deambular en la meta con las zapatillas en la mano y los pies descalzos, luciendo ampollas en los pies. Sí, las ampollas son muy habituales y la mayor parte de los runners las hemos sufrido en algún momento. A veces ni nos enteramos de que las tenemos, pero hay otras veces que pueden ser extremadamente dolorosas. Sea como sea, queremos evitar que nos aparezcan a toda costa. En este artículo os vamos a hablar de las ampollas, de por qué nos salen y cómo tratarlas, y os ofreceremos varias recomendaciones para evitar que aparezcan y se conviertan en unas compañeras indeseadas.

Qué son las ampollas

Las ampollas son unas pequeñas bolsas de líquido que se forman dentro de las capas superiores de la piel y pueden aparecer en cualquier parte del pie. La mayoría de las ampollas están llenas de un líquido transparente (suero). Sin embargo, también se nos pueden llenar con sangre o incluso con pus, si se infectan.

Ampollas

Por qué se producen las ampollas

Generalmente se producen debido a que hay alguna zona del pie que está soportando presión y fricción continua durante un tiempo. Es habitual que aparezcan cuando hacemos tiradas largas debido a la fricción entre el pie y el calcetín, pero también nos pueden aparecer en tiradas cortas si las zapatillas nos provocan compresión en alguna zona.

El calor y las condiciones húmedas son grandes aliadas de las ampollas, ya que la piel del pie se reblandece y es más susceptible a lesionarse.

Cómo tratar las ampollas

Con las ampollas, todo empieza con una rozadura. Si se nos ha hecho una rozadura, tranquilidad, que la piel sirve de protección y sabe lo que se hace. Solo debemos vigilar la zona manteniéndola hidratada, protegerla con un apósito y esperar a que la piel se recupere.

Ahora bien, si la cosa va a mayores y se te forma una ampolla, puedes dejar que se cure por sí misma, dejando que el líquido se reabsorba por sí solo y que la piel hinchada haga de capa protectora.

Ampollas

Si por el contrario, la ampolla es de las dolorosas y te impide continuar la carrera o el entrenamiento, puedes tratar de drenarla tu mismo/a. Para ello…

  1. Compra una aguja en la farmacia, que viene esterilizada, y si no puedes, esteriliza tu mismo/a una aguja pasándola por una llama o hirviéndola en agua de 5 a 10 minutos.
  2. Perfora con cuidado la ampolla en al menos dos puntos alrededor de sus bordes y presiona para drenar su contenido, sea suero o sangre. Calma, que no duele.
  3. Una vez drenada, limpia bien la zona, tápala, y cúrala frecuentemente para evitar que se infecte. Si estás en plena carrera y sientes que tienes una ampolla dolorosa, detente en uno de los controles sanitarios para que te traten la ampolla y así puedas continuar.

5 recomendaciones para prevenir las ampollas

  1. Asegúrate de que las zapatillas se te ajustan correctamente. Una zapatilla muy apretada te generará rozaduras y posiblemente ampollas, y una zapatilla muy suelta -donde el pie se mueve en su interior-, te generará ampollas por fricción. Si tienes zapatillas nuevas, recuerda la regla de oro: nunca estrenar zapatillas el día de la carrera.
  2. Usa calcetines técnicos específicos para correr, de telas sintéticas que evacuan el sudor y la humedad de tus pies, sin costuras y con superficie lisa.
  3. Usa vaselina en las áreas problemáticas de tus pies donde otras veces hayas tenido ampollas y/o en las zonas de mayor riesgo (talones, zonas laterales y dorsales de los dedos).
  4. Coloca apósitos como medida preventiva sobre las zonas de tus pies que son más propensas a las ampollas. Vigila que en la colocación no se te hagan arrugas.
  5. Mantén los pies bien hidratados. Una piel seca tiene más posibilidades de sufrir fricción. Puedes aplicar por las noches una crema específica para mantener una adecuada hidratación de los pies.

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Y una advertencia: si tienes una ampolla muy dolorosa que pueda estar infectada, o sufres de ampollas recurrentes en la misma zona del pie, no te lo pienses y ponte en manos de un especialista para que te haga el tratamiento pertinente.

Runners, recordad estas recomendaciones, ya que nuestra mejor apuesta frente a las ampollas no es otra que prevenirlas.

Begoña García (Podóloga deportiva y especialista en biomecánica)

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