La mejor manera de atarte los cordones en función de la forma de tu pie

La forma en que nos atamos los cordones puede dar solución a las necesidades de cada corredor: si tu pie es ancho y sufres molestias en el antepié, si tienes pies planos, si tu pie baila en el interior de la zapatilla…una manera determinada de atar tus zapatillas de running puede ser la solución que estabas buscando. En este post te mostramos, en diez vídeos cortos, 10 formas diferentes de atarte los cordones según tu tipo de pie.

La forma de nuestro pie determina nuestra postura: la forma en que se colocan nuestras rodillas, la forma en que se ubican nuestras caderas y la espalda. Por esa razón, llevar el calzado adecuado y con un ajuste ideal condiciona nuestra salud como corredores y personas.

Cuando uno piensa en material de correr, automáticamente pensamos en una buenas zapatillas de running que cumplan con nuestro objetivo: correr con una buena amortiguación, dar soporte a nuestra manera de pisar, competir a máxima velocidad, empezar a correr…

¿Te has fijado en cómo viene atada la zapatilla? ¿Has pensado en cómo atarte las zapatillas de running dependiendo de tus necesidades personales? ¿Te has preguntado alguna vez para qué sirve el último ojal de la zapatilla?

Este artículo tiene como objetivo dar respuesta a esas preguntas de una manera práctica y buscando un sentido funcional dependiendo de cada caso.

1. ¿Tienes el pie ancho?

En este video os presentamos una técnica de atado para los que, por tener un pie ancho, suelen tener molestias en el antepié por falta de espacio. Con este atado buscamos liberar presión en una de las zonas más importantes del pie de un corredor, ya que es el que se lleva el impacto principal de cada zancada si nuestra técnica de carrera es avanzada.

Con esta manera de atarnos los cordones, la zona delantera de la zapatilla se ensancha un poco.

Si al pie ancho le añadimos un empeine elevado y talón ancho podemos liberar aún más tensión a toda la zapatilla sin perder ajuste con este otro modo de atar los cordones:

2. ¿Tienes el pie estrecho?

Si nuestros pies son estrechos, probablemente tengamos la sensación de no llenar la zapatilla y perder ajuste, precisión en la carrera y comodidad.

La tendencia lógica es apretar los cordones más de la cuenta obstaculizando en ocasiones el flujo sanguíneo del pie, el movimiento natural de la pisada incluso llegando a notar que los pies se duermen.

Con este vídeo te mostramos una técnica para dar algo más de ajuste a tus zapatillas de running sin necesidad de ahogar al pie.

3. ¿Cómo es tu puente del pie?

En los dos primeros años de vida de manera natural los pies son prácticamente planos. A partir de ese momento el pie va ganando curvatura hasta una posición neutra, que sería la más equilibrada.

El arco del pie permite caminar o correr de manera estable, haciendo estos movimientos lo más equilibrados posibles. Están diseñados para que la carga de nuestro propio cuerpo se distribuya uniformemente y le dan una forma al pie perfecta para adaptarse a todo tipo de terrenos (roca, tierra, asfalto,…)

Si el arco es cavo o excesivamente arqueado suele mostrarse en mayor o menor medida una bóveda plantar más arqueada de lo normal (lo normal es un arco neutro), los dedos 2º a 5º suelen agarrotarse y los extensores de los dedos en el metatarso suelen marcarse acusadamente.

Lo contrario sería un pie plano o con escasa o nula curvatura, dejando que el pie caiga hacia su interior de manera acusada y dificultando una carrera estable y natural.

Un puente alto suele elevar la parte del empeine hacia la parte superior y te puede presionar en exceso al calzar tus zapatillas de running.

Mediante esta técnica se libera presión en la zona alta del calzado.

4. ¿Cómo se comporta tu pie en el interior de tus zapatillas de running?

En ocasiones, por la anchura o altura de la zapatilla, el pie suele bailar en el interior, restando efectividad y estabilidad en la carrera, aumentando la fricción y el riesgo de tener lesiones articulares y molestias en forma de ampollas.

Con este atado puedes solucionar este desajuste sin necesidad de apretar a fondo los cordones.

5. ¿Alguna vez se te han puesto las uñas negras después de una carrera larga o de trail running?

Las causas de que perdamos las uñas o se queden negras tienen como origen politraumatismos debidos al impacto de las puntas de los pies con la puntera de la zapatilla. Normalmente por falta de espacio o ajuste en la zapatilla, por lo que el pie se desplaza hacia la parte delantera y a cada pisada las uñas sufren el impacto.

Como norma general siempre debemos dejar que los dedos de los pies se estiren y tengan su hueco para que no golpeen con la puntera y respiren ante las altas temperaturas que se alcanzan en carrera. Media talla o incluso en ocasiones un numero entero extra (si no se pierde ajuste) suelen ser recomendables.

También dependerá del acabado de tus zapatillas de running en su parte delantera. Hay zapatillas más afiladas que aquellas más redondeadas. Las primeras dejan hueco para que los dedos se estiren a modo de fórmula 1.

Llevar los dedos en tensión o con poco espacio puede desencadenar en calambres o incluso tensión en la fascia plantar. Dejando algo más de espacio en el antepié reduciremos el riesgo de perder las uñas, algo muy molesto entre corredores además de reducir la fatiga.

Otra cuestión relevante es ¿Cómo remato el nudo de los cordones para que no se suelte y se fijen los cordones en la posición buscada sin darle dos o tres nudos extras?

Con este remate doble que se realiza antes de las lazadas aseguras precisión en el remate y un ajuste duradero.

Si practicas trail o carrera por montaña con zapatillas de cordones, este vídeo te puede resultar útil para dejar bien escondidos los cordones una vez quedan atados. Llevarlos muy sueltos te puede llevar al suelo en una caída al engancharse con raíces o ramas del terreno. Un susto que fácilmente puedes evitar metiendo el sobrante entre el atado.

¿Y en el caso de usar zapatillas Salomon con tensor para ajustar la presión de los cordones?

La marca francesa Salomon, especialmente en las zapatillas de trail utiliza el famoso quicklace. Un sistema provisto de cordones y tensor cuyo conjunto se guarda en el bolsillo.

En montaña es esencial no llevar los cordones mal ajustados o los bucles del atado excesivamente largos, ya que fácilmente se pueden enganchar con ramas, raíces o incluso con los ojales de la otra zapatilla. No será la primera vez que ocurre.

Si sueles correr por la montaña y utilizas cordones corrientes, te proponemos que metas el sobrante entre los cordones del empeine para amarrarlos como se puede apreciar en esta foto.