Para las/los amantes de los datos y escépticos del marketing, sacamos nuestros juguetitos científicos y ponemos a prueba la membrana Omni-Heat de Columbia: ¿Es verdad que mejora la retención del calor? ¿En qué medida? ¡Sigue leyendo para descubrirlo!
Estamos habituados a que muchas de las prendas técnicas que utilizamos en las actividades al aire libre cuenten con membranas entre sus diversas capas.
Normalmente se encargan de cumplir funciones como cortavientos, de mejora de la impermeabilidad o facilitadoras de la transpiración. Pero la firma Columbia nos presenta otra línea de desarrollo. Con su serie de tejidos y membrana Omni-Heat, y sin olvidar la transpirabilidad, muestra una especial atención a la gestión del calor.
En algunos casos se trata del calor proveniente del sol, para cuya captación algunas de sus prendas cuentan con insertos oscuros en la cara exterior de la prenda, que se calientan al recibir su luz y transmiten esa energía al interior, tal como hace el Omni-Heat Black Dot.
En otros modelos ha utilizado la capacidad de algunos materiales para reflejar las radiaciones térmicas (infrarrojos en general) que emite nuestro propio cuerpo al entorno cuando hace frío, de tal forma que evita que se escapen.
Se trataría del mismo efecto que usan las mantas metalizadas de emergencia. Fue desarrollado previamente para los viajes espaciales de la NASA.
Membrana Omni-Heat Infinity y sistema Omni-Heat Thermal Reflective
Eso es lo que encontramos en la chaqueta que testamos: la Labyrinth Loop, dotada de la membrana Omni-Heat Infinity. La membrana Omni-Heat forma un llamativo moteado de tono dorado en la cara interior de la prenda, contrastando con su discreto exterior.
La marca ya tenía precedentes, con el sistema Omni-Heat Thermal Reflective. Ahora, los cambios de diseño han permitido aumentar la cantidad de radiación infrarroja devuelta al cuerpo. De este modo, incrementan un 40% respecto al que conseguía la membrana antecesora.
La inquietud nos pedía hacer algo más que admitir ese importante efecto para la conservación de la temperatura.
Para hacer la prueba que la mente nos pedía y bajo un método científico, hubiéramos requerido contar con dos prendas idénticas en materiales y confección. Pero una de ellas careciendo del recubrimiento dorado.
El análisis de sus respectivas curvas de pérdida térmica hubiera aclarado nuestras dudas sobre el efecto de la atractiva membrana, pero lo que no se puede…es imposible.
Así que hemos tenido que conformarnos con otra alternativa “de consolación”, desde un punto de vista científico.
Dos pruebas con sondas térmicas
Hemos fabricado y dotado de sensores nuestro particular “dummy” y con él hemos realizado dos pruebas:
- Una con el torso del muñeco totalmente expuesto.
- Otra, vestido con la chaqueta Labyrinth Loop de Columbia.
Su carga calorífica ha consistido en cada ocasión en una masa de 20 kilos de agua a 37ºC que hemos introducido en un torso masculino de talla media.
De las diversas sondas térmicas instaladas, hemos seleccionado los valores de temperatura de la ubicada en el centro del interior, a la altura del extremo inferior del esternón, prácticamente en el centro del tórax, y de otra expuesta al ambiente exterior, pero aislada de viento y lluvia.
Sellados todos los orificios del “dummy”, para evitar fugas de calor no controladas, hemos medido las temperaturas cada minuto y durante un periodo de 3 horas (180 lecturas).
Posteriormente, a la temperatura interior le hemos restado la externa, para trabajar en todo momento con el ΔT o diferencia térmica entre ambos entornos.
Resultado de las pruebas
Con el “dummy” desnudo, la temperatura interior ha ido disminuyendo frente a la ambiental formando la siguiente gráfica:
En el transcurso de las tres horas del test, el interior ha perdido 17 grados centígrados.
El resultado obtenido en la prueba realizada tras haber vestido el torso con la chaqueta dotada de la membrana de reflexión de radiación infrarroja ha sido el que mostramos a continuación:
La eficacia del abrigo proporcionado por la prenda a nuestro “dummy” resulta evidente, ya que en el mismo número de horas, su temperatura bajó apenas 5,9º C, frente a los 17º C del test desnudo.
Está clara la capacidad aislante de la chaqueta Labyrinth Loop, aunque nos quedamos con las ganas de investigar qué parte de ese buen resultado es debido a la novedosa membrana “Omni-Heat Infinity” de Columbia.
Por otra parte, nos gustaría poder ofreceros datos sobre la forma en que los insertos dorados pudieran influir en la capacidad de transpiración de esa capa, pero en la bibliografía técnica consultada no hemos logrado encontrarlos.
En cualquier caso, es apreciable que el diseño de esta chaqueta se dirige más hacia un público que guste vestir de sport sin renunciar a la última tecnología textil, que a practicantes de deportes extenuantes en el medio natural.
Por Kepa Lizarraga, especialista en Medicina del Deporte y Mikel Lizarraga, Analista físico-químico. Ambos colaboradores de Forum Sport
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