Esterillas y colchonetas para la montaña: Cómo elegirlas

Cuando todo esto pase, querremos retomar nuestro contacto con la naturaleza, e incluso llevarlo más allá, viviendo por ejemplo la experiencia de pasar una noche en la montaña. Esterillas y colchonetas son fundamentales cuando las salidas al monte incluyen pasar la noche en él: ¿Quieres saber cómo escoger la que más te conviene? ¡Sigue leyendo!

Cuando la luz se va es cuando muchas cosas vuelven en la montaña. Por ejemplo, cantidad de animales, que disfrutan de la oscura intimidad, o los millones de estrellas que no vemos desde la ciudad.

Y, ¿qué mejor para verlas que un mullido y cálido apoyo? La colchoneta o esterilla es una pieza fundamental cuando las salidas al monte incluyen pasar la noche en él.

Esterillas y colchonetas: ¿Qué funciones tienen?

Les pedimos que…

• Nos aíslen térmicamente del suelo y nos protejan de sus irregularidades
• Eviten que el saco se humedezca o ensucie
• Reduzcan el deslizamiento cuando el terreno está algo inclinado
• … Y ¡que podamos dormir a gusto!

Cuando nos tumbamos, con nuestra ropa o dentro del saco, directamente sobre el suelo, el aire de esos tejidos aplastados entre el cuerpo y el suelo se ve obligado a salir de ellos.

De esa forma, su capacidad de aislamiento térmico se reduce en gran medida y comenzamos a perder calor corporal por el mecanismo de conducción.

Por eso es importante intercalar entre el suelo y el cuerpo una nueva capa de material aislante y, puesto que el aire cumple muy bien esa función, las esterillas y colchonetas, que contienen aire en su interior, lo que hacen es retenerlo; evitar que se fugue.

¿Cómo se mide el aislamiento que proporcionan las esterillas y colchonetas?

Hoy en día se utiliza el denominado “Valor R”, que es una medida de la resistencia térmica que un material tiene.

Se trata de un procedimiento que sustituye las indicaciones antiguas, por temperaturas, con una prueba estandarizada: la ASTM F3340-18.

Cuanto mayor es la cifra R, mejor aislamiento.

• Una colchoneta con una R de entre 1 y 2 será adecuada para ser utilizada solo en verano.
• Entre R 2 y R 4 será adecuada para primavera, verano y otoño.
• Si queremos utilizarla en cualquier momento del año convendrá escoger un material cuya R sea de entre 4 y 6.
• Y si nuestro objetivo es una expedición a lugares de frío extremo, disfrutaremos más si el aislante que llevamos tiene una R de 6 o superior.

Dado que la implantación de esta forma de valorar la resistencia térmica es reciente, todavía podemos encontrarnos con algunos embalajes que, aunque citan el término “R value”, no añaden en pequeño la indicación “ASTM F3340-18”, por lo que ese dato puede no ser correcto.

En tal caso, aconsejamos revisarlo en la página web oficial de la marca que corresponda.

A la hora de escoger qué nos viene bien, también debemos tener en cuenta nuestra tolerancia personal al frío.

Materiales válidos para una persona pueden ser insuficientes para otra, más friolera.

Tipos de Esterillas y colchonetas: ¿Cuál me conviene más?

Actualmente podemos encontrar varios tipos de elementos sobre los que dormir o descansar, como son las esterillas, de polímeros de celda cerrada,  o las colchonetas, que pueden ser auto-hinchables o hinchables.

Esterillas

Son la opción más sencilla y duradera.

Consisten en láminas de polietileno de 1,5 a 2 centímetros de grosor: un polímero fácil de producir, pero con buenas características, como una gran resistencia a la abrasión y el desgaste, flexibilidad y tolerancia al frío.

Para mejorar sus cualidades, el utilizado en las esterillas es tratado para formar en su interior una red de burbujas o celdas cerradas, por lo que el aire que contienen no puede escaparse de las mismas.

En algunos modelos más avanzados, una de sus caras, la que va a estar en contacto con nuestro cuerpo, se recubre con una finísima capa reflectante cuya función es devolver parte del calor que se nos escapa por radiación a través de las prendas o el saco.

La ventaja de este tipo de colchonetas es su extrema sencillez y resistencia. No hay en ellas nada que pueda estropearse.

Además, son ligeras.

Su desventaja es que el aislamiento que proporcionan no es demasiado elevado, y que su tamaño suele ser grande, porque no podemos evacuar el aire aislante de sus celdas, al ser cerradas.

Colchonetas auto-hinchables

Tal como su nombre indica, tienen la propiedad de inflarse por sí mismas, aunque a veces es necesario añadir algo de presión extra, a boca, si nos gusta que estén más duras.

Para ello, la espuma interior, que en el caso anterior era de celdas cerradas y retenía al aire, se cambia por un polímero de celdas abiertas, como pudiera ser un poliuretano.

Cuando se somete a presión, las celdas actúan como un fuelle: se colapsan y vacían el aire de su interior, reduciendo en gran medida el tamaño de la colchoneta.

Pero cuando dejamos la válvula abierta y no comprimimos, el polímero tiende a recuperar su forma original y las celdas se llenan de nuevo de aire, recuperando su tamaño y forma iniciales.

Para proteger esa estructura, por fuera se forra con tejidos resistentes a la abrasión.

Las colchonetas de este tipo se caracterizan por tener menos volumen que las esterillas y mejor capacidad de aislamiento, pero mayor peso.

Colchonetas hinchables

En ellas desaparece la espuma polimérica interior y todo se reduce a la capa externa, que además de retener el aire, debe ser capaz de soportar roces y de proteger de los pinchazos en la medida de lo posible.

Para proporcionar más comodidad, suelen tener tabiques internos y relieves, en función de la zona del cuerpo que se apoyará sobre cada parte.

Estas suelen ser las colchonetas más pequeñas, una vez plegadas, y las de menor peso, si bien hay diferencias importantes en cuanto a su aislamiento térmico según los modelos.

Tipos de esterillas y colchonetas según su forma

En cuanto a su forma, las esterillas y colchonetas pueden ser rectangulares o presentar un aspecto perfilado, como de momia.

De esa forma, estrechando la zona de las piernas y pies, se reduce el peso.

Con esa misma finalidad, hay personas que prefieren utilizar modelos cortos, que tan solo llegan desde la cabeza hasta medio muslo.

Aunque también los hay de mayores dimensiones, para gente de gran tamaño.

Además, encontraremos variaciones importantes entre modelos en cuanto al grosor que tienen una vez preparadas para ser usadas, oscilando entre apenas 1,5 cm y algo más de 6 cm.

¿Hay esterillas y colchonetas diferentes para chicas y chicos?

Una vez decidido el modelo que mejor se ajusta a lo que queremos hacer, debemos tener también en cuenta que, en algunos casos, hay diseños masculinos y femeninos.

Las diferencias anatómicas, con mayor anchura de caderas, por lo general, en la mujer, hace que los modelos en forma de momia para ellas sean algo más amplios en esa zona.

Otro aspecto importante para conseguir un buen descanso es que los tejidos de nuestro saco y de la colchoneta tengan una buena adherencia, para evitar deslizarnos ante la mínima inclinación del suelo. Algunos modelos ofrecen incluso aditamentos para unir ambos elementos.

Y tú, ¿cómo duermes?

Hasta ese detalle conviene tener en cuenta a la hora de escoger.

• Si habitualmente lo haces boca arriba, con poco espesor de colchoneta, al margen de su aislamiento, te arreglarás bien, ya que el peso se apoyará en superficies amplias y no te hundirás mucho: cabeza, espalda, glúteos, muslos, pantorrillas y talones.
• Pero si prefieres dormir de medio lado, las superficies de apoyo serán menores, y deberán soportar mayor presión. Entonces podrás descansar mejor si tu colchoneta tiene mayor espesor.

Para protegerlas de la suciedad, pinchos o piedras con salientes agresivos, es habitual poner debajo de las colchonetas una lámina de rafia o material plastificado.

Ahora solo falta que hagas tu lista de prioridades y analices las opciones.

¡Disfrutarás del mejor sueño si haces una buena elección!

Por Kepa Lizarraga, especialista en Medicina del Deporte y Mikel Lizarraga, Analista físico-químico. Ambos colaboradores de Forum Sport.