Cómo subir y bajar pendientes en los caminos en zig-zag de la montaña

¿Te has preguntado alguna vez, por qué de los caminos en zig-zag de la montaña? Caminamos por el fondo de un valle y, en general, los caminos se adaptan a la orografía siguiendo el cauce de los ríos y riachuelos que lo recorren. Excepto cuando el curso de agua se precipita formando cascadas, o cuando se encajona entre rocosas paredes, el ser humano ha guiado sus pasos cerca de las corrientes de agua, hasta que su objetivo se desviara del mismo…¡o hasta llegar a laderas pendientes! Las rutas del montañero son insondables y hoy hablaremos de cómo subir y bajar pendientes en los caminos en zig-zag de la montaña…

Por qué los caminos de montaña en pendiente se hacen en zig-zag

Sin conocimientos técnicos de ingeniería, nuestros ancestros fueron trazando caminos de una forma intuitiva y muy práctica. Sabían cómo hacer las cosas para que las vías de comunicación fueran aptas para ellos y para los animales de carga que les acompañaban, o para el paso de carros, cuando el terreno lo permitía. Y cuando la pendiente llegaba a cierto nivel, no la encaraban de frente, sino mediante continuos y regulares cambios de dirección, formando una línea en “Z” o “zig-zag”.

Hoy en día, también se sigue esa tendencia. Quienes trazan las rutas de esquí de montaña tienen la costumbre de enlazar tramos en diagonal, de cierta pendiente, mediante maniobras denominadas “Vuelta María”.

Cómo subir y bajar pendientes caminos en zig-zag montaña

• Cómo subir pendientes

Resulta abismal la diferencia que se nota al subir una misma cuesta según la pendiente que elige para cada diagonal quien encabeza el grupo: si es demasiado leve, parece que andamos una barbaridad y casi no ascendemos nada, pero si asciende demasiado en cada cambio de dirección, la subida se vuelve muy exigente.

En cambio, hay trazados tras los que resulta más cómodo subir. Pudiera ser porque, debido a sus conocimientos o al instinto de años, aciertan sobre cuál es la pendiente más eficaz: aquella que mejor combina los metros de ascenso con el esfuerzo requerido.

Miles de años después de que aquellos primitivos “ingenieros de caminos” hicieran tan bien su trabajo, somos capaces de medir cuánta energía se gasta en ascender una pendiente en función del ángulo de subida.

De esa forma, sabemos que la mejor forma de subir por una cuesta es siguiendo una inclinación de un 25% . Por lo tanto, cada 100 metros de avance sobre la horizontal subimos 25 metros en vertical. Así conseguimos una ventajosa proporción entre la energía gastada y los metros ascendidos.

Además, gracias a los equipos de análisis de consumo de oxígeno, sabemos que el ritmo de marcha más económico en tal inclinación es de unos 2,3 km/h. A esa velocidad y con una pendiente del 25% cabe esperar que, cada hora, subamos unos 500 metros de desnivel. Por lo tanto, si tenemos la tentación de tomar el camino más corto, encarando las pendientes más fuertes de frente, conviene que recordemos un dicho frecuente en labios de gente con experiencia: “¡atajo, trabajo!”.

• Cómo bajar pendientes

Y, ¿qué ocurre con las bajadas? Conviene recordar otro aspecto de la sabiduría popular: “se sube con el corazón, pero se baja con las piernas”.

Ciertamente, en el ascenso es la capacidad física la que limita el rendimiento, pero en los descensos, especialmente cuando ya tenemos unas cuantas décadas cargadas en “la mochila”, suelen ser las articulaciones las que nos limitan.

Si analizamos otra vez cuál es el ritmo más eficaz para bajar cuestas, los estudios fisiológicos nos dicen que es a 5,4 km/h.

Si andamos a esa velocidad por una pendiente descendente del 25%, bajaremos cerca de 1.300 metros cada hora de caminata.

Pero si la edad, o el estado de nuestras rodillas, caderas y tobillos nos limita, debemos saber

que la pendiente ideal para perder altura en la montaña respetando esas articulaciones no debiera superar el 8%, aunque siempre depende del estado de cada persona.

En cualquier caso, la ayuda de sendos bastones y de un buen calzado de montaña, será de agradecer para seguir disfrutando de ese maravilloso entorno.

Ahora ya sabes cómo subir y bajar pendientes en los caminos en zig-zag montaña…

Por Kepa Lizarraga (Especialista en Medicina del Deporte y colaborador de Forum Sport).