¿Qué tamaño de mochila necesito? Guía para tenerlo claro

A la hora de elegir una mochila que nos acompañe en nuestras actividades montañeras, uno de los aspectos básicos es su capacidad. No es el único criterio de elección, pero sí uno de los importantes. La idea es no llevar peso ni volumen de sobra, pero tampoco que nos falte. ¿Cómo saber qué tamaño de mochila necesito? Te ayudamos a elegirlo correctamente.

¿Qué tamaño de mochila necesito?

En primer lugar, debemos tener en cuenta cuál será nuestra actividad más frecuente. Y debemos considerar también en qué época del año la realizaremos más.

No exigen el mismo volumen de mochila una salida mañanera de senderismo a baja y media cota, que la marcha de aproximación a un campo base a más de 5.000 metros de altitud.

Y también influirá en el tamaño de nuestra mochila ideal el hecho de que la actividad tenga lugar en la temporada cálida o entre los rigores del invierno, porque tendremos que cargar con más ropa, por ejemplo.

Aunque lo cierto es que normalmente realizamos más de un tipo distinto de actividad montañera. Y, además, las realizamos durante todas las estaciones del año, lo que dificulta la elección.

Ante esa duda, a la hora de escoger mochila es mejor pecar por exceso de capacidad, que quedarnos cortos. Con una de tamaño insuficiente nos veremos obligados a portear cosas colgando en el exterior, donde estarán más expuestas a los elementos, a enganchadas o a sufrir roturas.

Además, de esa forma es casi imposible evitar balanceos, que no solo harán más cansada la marcha, sino que podrán desequilibrarnos en algún lugar delicado, creando una situación de riesgo.

¿En qué más nos debemos fijar?

La capacidad de las mochilas se mide en litros. Pero debemos saber que no es la única característica en la que debemos fijarnos.

También tenemos que tener en cuenta su…

Disponibilidad de porta objetos.
Dimensiones.
El acolchamiento de sus correas y bandas.
El diseño de la espaldera.

Normalmente, en las mochilas, a mayor capacidad, mejores serán también todos esos detalles, pudiendo carecer de algunos de ellos las mochilas de pequeño tamaño.

Comenzaremos por ellas.

Tipos de mochilas según su capacidad

Mochilas pequeñas

Las más reducidas se utilizan en paseos prácticamente urbanos o periurbanos y ni siquiera llegan a los 15 litros de capacidad.

En este grupo pueden integrarse también los chalecos mochila, en los que incluso los tirantes son aprovechados para llevar material, como los bidones de agua. Además, parte de sus compartimentos pueden ser de malla elástica, permitiendo agrandarlas ligeramente.

Son habituales en pruebas de competición en montaña, y es fundamental que puedan ajustarse íntimamente al cuerpo para evitar movimientos parásitos al correr.

Mochilas de capacidad intermedia

Las que se aproximan a los 20 litros son adecuadas para salidas de senderismo de un día, en verano, o mañaneras, en invierno.

¿Por qué esta diferencia? Obviamente, por la diferencia de material a cargar que nos impone el tiempo atmosférico en cada una de esas situaciones.

Probablemente sean las mochilas de unos 35 a 40 litros las más versátiles y, por lo tanto, las más utilizadas.

Nos servirán en salidas de día con objetivos incluso de alta montaña, en temporada de verano y otoño, y de medio día en primavera e invierno, pero también en pruebas de esquí de montaña, por ejemplo, si están dotadas de los portaesquís adecuados.

También son adecuadas para recorridos de trekking, si contamos con apoyo de porteadores.

Mochilas grandes

Si nuestras actividades prioritarias son las travesías de varios días o el alpinismo invernal, deberemos dirigir la atención hacia las mochilas de 50 a 60 litros de capacidad.

No solo por su volumen de carga, sino también porque todos sus componentes (tirantes, banda de cintura, apoyo lumbar, espaldera, tirante pectoral,…) están diseñados para poder soportar el mayor peso del material que llevaremos en ellas, y hacerlo con comodidad.

Mochilas extragrandes

Una capacidad por encima de los 65 litros será adecuada si nuestro objetivo primordial son…

Las largas travesías en autosuficiencia.
Aproximaciones a Campos base de altas cimas.
Ascensiones invernales de varios días.

Un consejo: ante la duda, la de mayor capacidad

En caso de duda, o cuando queremos utilizar una misma mochila para actividades o momentos que exigen volúmenes diferentes, es mejor elegir la de mayor tamaño que cumpla nuestras expectativas.

Explicaremos el motivo: casi todas las mochilas de cierto volumen están dotadas de unas correas laterales que permiten disminuir una de sus dimensiones.

Gracias a ellas, si lo que llevamos no llena adecuadamente el espacio principal, podemos estrechar su espesor y acercar el contenido a nuestra espalda, para que se reparta mejor la carga a lo largo de toda la altura de la mochila.

De esa forma, el centro de gravedad del conjunto persona + mochila se aproximará más al centro de gravedad corporal habitual, facilitando la marcha.

Por último, compartamos un consejo: la mochila de montaña es una pieza básica de nuestro equipoy nos acompañará durante mucho tiempo. Elígela con mimo, asesórate y, cuando te decidas a comprarla, invierte en una buena mochila. Tu espalda lo agradecerá 🙂 .

Por Kepa Lizarraga, especialista en Medicina del Deporte y colaborador de Forum Sport.

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