¿Sabes cómo comportarte en la montaña? ¡Ponte nota!

Es época de vuelta al deporte, de vuelta a la montaña y también de vuelta al cole. Y hay una asignatura en la que no todos sacamos sobresaliente: se llama “Código de conducta en la montaña”. ¡Repasa con nosotros estos detalles específicos sobre cómo comportarse en la montaña! Y, al final del post, ponte nota tú mismo…

Años de experiencia me dicen que la palabra RESPETO es, en resumen, la base de un comportamiento correcto: hacia nosotros mismos, hacia las personas que nos encontramos en el camino y hacia la naturaleza que nos rodea.

1. Conoce los límites de tu cuerpo y respétalos

No actuar así nos pone en peligro: si fallamos en nuestros cálculos, también ponemos en peligro a quienes vengan a ayudarnos. Y, aunque sean profesionales, no debieran tener que arriesgarse por tonterías o faltas de cordura.

2. Sé fiel a la verdad

Evita mentir sobre cómo, por dónde o en cuánto tiempo llegas a la cima. Esto se dirige especialmente a las personas que compiten.

3. Saluda y ayuda

Entre gente “de montaña” es habitual mantener ciertas normas de cortesía con quienes compartimos esta afición: saludarse al coincidir en el camino, frente a lo que ocurre en la calle de cualquier ciudad donde cada uno va a lo suyo y no levantamos la vista del suelo.

En el monte somos compañeras y compañeros. En cualquier momento debemos estar dispuestos a dar información o a prestar ayuda, sin preocuparnos a quién.

Quizás unos metros más adelante la necesitemos nosotros, y todo será más fácil si ya hemos intercambiado un saludo o una frase de ánimo ante el esfuerzo compartido.

4. Respeta la naturaleza que te rodea

• No alteres ni espantes a los animales: Es probable que no conozcamos cómo viven y qué hacen los animales, tanto domesticados como salvajes, que podemos ver en la montaña.  Quizás por eso no sabemos que espantarles o alterar su entorno puede tener consecuencias muy perjudiciales, como los abortos o despeñamientos que pueden sufrir algunos animales cuando criaturas humanas o caninas “urbanitas” e incontroladas les hacen correr

 

• No arranques las plantas: Quizá tampoco sepamos que determinadas plantas están en peligro y no deben ser arrancadas para llevarnos un perecedero recuerdo.
• En lo posible, no te salgas de los caminos balizados: Si lo haces, estropearás la vegetación que estabiliza la tierra.

5. Aprende y sensibilízate

Ciertamente, tenemos que aprender para respetar. Para eso tenemos bastantes opciones:

• Integrarnos en clubes de montaña y participar en sus actividades es una buena forma. La gente que los dinamiza suele tener un especial cariño por enseñar a quienes empiezan a acercarse a este medio natural.
• Otra posibilidad es la de leer: tanto en papel como en digital, encontraremos excelentes personas que nos ofrecen su experiencia, lograda a base de años de práctica y estudio.
• Y las Federaciones que agrupan a los clubes son otra buena fuente de conocimiento. Si en sus programas no encontramos lo que buscamos, es suficiente con planteárselo para que sus técnicos se pongan a preparar nuevas ofertas que nos ayuden a tener el mejor comportamiento posible, también en la montaña. En la web de la Federación española de montaña tienes los links a las distintas federaciones regionales.

Hasta aquí he escrito sobre mis experiencias y opiniones.

Pero la inquietud para ponernos de acuerdo sobre cómo comportarse en la montaña hizo que en octubre de 2001, la Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo redactara un Código de Ética.

Y unos años más tarde, en octubre de 2009, presentó en Oporto la Declaración de Ética en la Montaña de la UIAA.

Podéis encontrar en internet el texto íntegro (por ejemplo en desnivel.com), pero quiero destacar algunos aspectos que me parecen importantes acerca de cómo comportarse en la montaña, adaptando ligeramente el texto a nuestros intereses:

1. Responsabilidad individual

Realizamos este deporte por decisión propia, y somos responsables de nuestra seguridad y de la de otra gente que nos encontremos en el camino. En la toma de decisiones, debemos depender de la conciencia y el buen juicio, descartando otras expectativas o intereses.

La actividad debe ser lo más segura posible, acorde a las posibilidades físicas y habilidades de quienes participan, que contarán con el equipo adecuado para el objetivo y condiciones ambientales previstas.

2. Espíritu de equipo

Hay que tener consideración por todos los miembros del grupo, favorecer la tolerancia y armonizar los intereses y habilidades para obtener el mejor resultado posible.

La persona más débil del grupo es la que determina el ritmo de la actividad, y no se deja a nadie solo si corre peligro su integridad.

3. La comunidad montañera

Cada persona que encontramos en las montañas merece la misma gentileza y respeto. En condiciones de aislamiento y en situaciones altamente estresantes física o mentalmente, es especialmente aconsejable seguir la regla de oro: tratar a los otros como nos gustaría ser tratados nosotros mismos. Por ejemplo:

• Avisa de peligros potenciales.
• Cede el paso a quien asciende, si nosotros bajamos, o a quién anda más rápido,
• Evitar desplazar piedras que puedan golpear a quienes andan más abajo.

4. Emergencias

Si encontramos una persona que necesita ayuda, debemos hacer todo lo posible para darle un apoyo calificado tan rápidamente como se pueda, al margen de quién sea. No hay una «zona libre de moral» en montañismo.

Si no hay una instancia oficial de rescate en montaña y estamos en posición de ayudar, estamos obligados, en lo posible, a dar a las personas que están en problemas todo nuestro apoyo, sin ponernos indebidamente a nosotros mismos en peligro.

Ayudar a alguien más en apuros tiene absoluta prioridad por encima de alcanzar la meta que nos hemos fijado en la montaña. Salvar una vida o reducir el daño a la salud de una persona herida es mucho más valioso que conseguir cualquier cima.

5. Naturaleza y medio ambiente

La actividad en montaña debe ser realizada de una forma ambientalmente adecuada y con un comportamiento proactivo en la preservación de la naturaleza.

Además de hacerlo personalmente así, procuraremos que también quien camina con nosotros lo haga, respetando las medidas para conservar el medio ambiente.

Para evitar la erosión y no perturbar la vida natural…

• Permaneceremos en los caminos y, en zonas silvestres, elegiremos la ruta más eco-compatible.
• Procuraremos reducir el disturbio a la vida natural a un mínimo, evitando el ruido excesivo.
• No sólo deberemos llevarnos nuestra propia basura de las montañas, sino tomar cualquiera que otros hayan dejado.

6. Estilo y excelencia

Hacer un ascenso es menos importante que cómo se hace. En cada tipo de actividad montañera, el «buen estilo» significa la reducción de ayudas técnicas a un mínimo justificable.

El uso del oxígeno artificial en el alpinismo de extrema altitud debe estar limitado a propósitos médicos.

Hay más cosas pero, si os fijáis, el resumen de todo lo anterior es muy sencillo: ¡RESPETO!

Ahora que ya sabes cómo comportarse en la montaña ¿Qué nota te pones? 🙂

Por Kepa Lizarraga, especialista en Medicina del Deporte, en deportes de Montaña y colaborador de Forum Sport.