Si no quieres que tu bicicleta termine teniendo una costosa avería es indispensable que realices un mantenimiento de la horquilla con periodicidad. Si lo haces así recuperarás la suavidad y la sensibilidad de acción inicial, evitarás fricciones y prevendrás desgastes internos de los casquillos o de las barras.
Además, realizando esta operación con frecuencia evitarás problemas mayores como la aparición de holguras y/o una posible reparación de todo el conjunto de barras, cabeza y tubo de dirección.
Así que no te descuides y realiza siempre un mantenimiento de la horquilla con la periodicidad que especifica el fabricante. Consulta el manual de usuario de tu horquilla y comprueba cuales son las recomendaciones específicas.
Para ayudarte a saber cómo realizar ese mantenimiento vamos a guiarte paso a paso. Las explicaciones se van a realizar en base al mantenimiento básico recomendado para horquillas de suspensión RockShox, que en líneas generales es común para todas los modelos de la marca e incluso para el resto de marcas del mercado.
RockShox recomienda realizarlo cada 50 horas de uso, y consiste en separar las botellas, limpiar y lubricar el interior. ¡Comenzamos con la clase práctica de mecánica!
HERRAMIENTAS PARA REALIZAR EL MANTENIMIENTO DE LA HORQUILLA
Para realizar el mantenimiento de la horquilla no se requiere nada extraordinario, sólo líquido de suspensiones del tipo que requiera tu suspensión y algunas herramientas. En total necesitarás:
1. Alcohol isopropílico. De venta en droguerías. O limpiador de frenos de disco, que es lo mismo, de venta en tiendas de bicis.
2. Martillo de nylon o fibra. Nunca usamos martillo metálico.
3. Bomba de suspensiones. Porque sacaremos el aire a la horquilla.
4 y 5. Llaves Allen. En diferentes medidas, según la suspensión.
6. Llave Torx T25. La hemos usado para desmontar el freno.
7. Jeringuilla. Te sirve cualquiera de unos 25ml de capacidad. De venta en farmacias.
8. Grasa. Si no ataca las gomas, vale. Esta es la SRAM Buttler recomendada por RockShox.
9. Líquido de suspensiones. Consulta el manual previamente para adquirir el recomendado por el fabricante. Recordamos que NO vamos a cambiar el líquido hidráulico, sólo del de lubricación.
PASO A PASO
PASO 1
Tenemos que separar las botellas de las barras, así que comenzaremos retirando todo lo que nos molesta: rueda delantera, pinza de freno y la fijación del latiguillo de freno que va sobre la botella izquierda.
PASO 2
Un buen truco es sujetar la pinza de freno delantera para que no quede colgando y molestando. Nosotros lo hemos fijado al puño con una goma elástica, pero puedes hacerlo como quieras, con cinta, por ejemplo.
PASO 3
Ahora realiza una exhaustiva limpieza externa de la horquilla; no queremos que se cuele nada al interior cuando la abramos. Puedes usar un limpiador de bici o agua con jabón. Incide en los retenes.
PASO 4
En la parte inferior de las barras hay unos vástagos (luego los veremos) que unen las barras a las botellas. El del aire se mantiene extendido por la presión. Lo liberaremos pulsando la válvula para sacar el aire.
PASO 5
Vamos a la parte inferior. Retiraremos los tornillos que sujetan los vástagos y a su vez mantienen las botellas unidas a las barras. Pero antes, quitaremos el dial de ajuste de rebote. En este caso sale a presión.
PASO 6
Afloja los tornillos aproximadamente 5-6 mm, no del todo. Después golpealos hacia dentro, con un toque seco. De esta forma desencajamos los vástagos de la parte inferior interna de las botellas.
PASO 7
Coloca un recipiente debajo de la horquilla y termina de desenroscar los tornillos inferiores. El aceite que arroja es aceite de lubricación, no del sistema hidráulico. Como verás, ya estaba un poco “sucio”.
PASO 8
Abajo las botellas. Salen suavemente deslizándolas por las barras. Los dos tubos más delgados que aparecen son los vástagos, y son los que unen la horquilla y a la vez actúan sobre la cámara de aire e hidráulico.
PASO 9
Echando un ojo al interior puedes comprobar el estado de los casquillos de fricción (color crema). Hay 2 en cada botella. Éstos están perfectos, pero si aprecias desgastes o cambios de tono, están para cambiar.
PASO 10
Sobre el casquillo y bajo el guardapolvos está el anillo de espuma. Es la última barrera contra la entrada de suciedad. Funcionan impregnados en aceite y atrapan todo lo que el retén no pude. Sácalos.
PASO 11
Hay que limpiarlos a conciencia. Si están deformados o deteriorados, mejor cambiarlos. Para limpiarlos, pliégalos dentro de un trozo de papel y presiónalos repetidas veces para “absorber” toda la suciedad.
PASO 12
También hay que limpiar retenes, casquillos e interior, con alcohol isoprílico para retirar hasta el último resto de aceite viejo. Después coloca los aros de espuma y empápalos en el fluido de suspensiones 15wt.
PASO 13
Los retenes también necesitan una capa de grasa. No utilices cualquiera, asegúrate de que no ataca a las gomas. Nosotros teníamos a mano la especificada por RockShox, SRAM Butter, y es la hemos usado.
PASO 14
Líquido de lubricación. Consulta con el fabricante el tipo y volumen necesario para tu horquilla. Encontrarás esta info en su web.
PASO 15
Monta las botellas, pero no encajes los vástagos en el fondo, así quedará hueco para añadir el fluido de suspensiones de lubricación. Después, encájalos al fondo, y pon los tornillos de fijación y el dial.
PASO 16
La horquilla ya está ensamblada y lista. Sólo queda dar presión (si es de aire), montar el freno y salir a montar. Recuerda hacer este proceso con la periodicidad especificada por la marca de la suspensión.
Otros mantenimientos que nos debes olvidar realizar en tu bicicleta son:
- MANTENIMIENTO BICI ELÉCTRICA EN INVIERNO: ASÍ DEBES REALIZARLO
- AJUSTE Y MANTENIMIENTO DE LA DIRECCIÓN EN 12 PASOS
- MANTENIMIENTO DE LOS FRENOS DE DISCO: ASÍ DEBES HACERLO
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