Cómo poner a punto la bicicleta para la lluvia

De la misma forma que nos preparamos para no calarnos cuando salimos con lluvia, también hemos de ocuparnos de la bici porque también ella sufre en los días húmedos. Aquí tienes algunos tips que te ayudarán a poner a punto la bicicleta para la lluvia. ¡Toma buena nota!

El mal tiempo del invierno no evita que los amantes del ciclismo salgamos a rodar con nuestras bicis. ¿Que hace frío? Nos ponemos una buena chaqueta que nos proteja. ¿Que llueve? Echamos mano de un chubasquero para que la lluvia no nos frene.

Y lo mismo que hacemos para nosotros también lo podemos (debemos) hacer para nuestra bicicleta. Al fin y al cabo, es ella la que nos ayuda a devorar kilómetro tras kilómetro, así que es nuestro turno para poner a punto la bicicleta para la lluvia.

«Winter bike», así llaman en jerga ciclista a la bici que usamos para los días más desapacibles del año. Para ello se suele contar con una más económica que la utilizada el resto del año. También serviría una bicicleta de hace unas cuantas temporadas, así le daríamos una segunda juventud. Para este post hemos utilizado una Vitus Zenium VRS con cuadro de aluminio y grupo Shimano Ultegra.

Guardabarros

Con ellos evitaremos que las ruedas nos salpiquen agua. Hemos utilizado unos guardabarros SKS Raceblade, muy eficaces y fáciles de instalar gracias a sus anclajes universales regulables con gomas.

Sólo hay que tener cuidado de que no roce con las cubiertas.

Una opción que únicamente nos librará de llevar la espalda y parte superior del culotte mojados consiste en un sencillo y práctico guardabarros que se ancla a las varillas del sillín.

Podemos llevarlo doblado en un bolsillo del maillot cuando no lo usemos.

Aceite y grasa

En la cadena hay que cambiar el lubricante de tipo «seco» -o «fino»- por otro «húmedo» más denso, es la única manera de que aguante en la cadena tras varias horas bajo la lluvia.

Los rodamientos de la dirección, pedalier, ejes de los pedales y la zona de contacto de la tija de sillín y el tubo vertical deben tener grasa -o pasta de montaje en el caso de la tija- para evitar desgastes prematuros y crujidos.

Llantas

Los días lluviosos también suele soplar el viento, por lo que cuanto más bajo sea el perfil de nuestras llantas, mucho mejor.

Pero si no llevamos discos, bastante más importante que la altura de la llanta es el material con el que está construida. ¡Huid de los flancos de frenada de carbono! Son una pesadilla bajo lluvia.

Cubiertas

El tipo de cubiertas que utilices te ayudarán a poner a punto la bicicleta para la lluvia:

Se imponen anchuras de 25 y 28 mm, que nos darán más agarre en asfalto mojado.
Los modelos de cubiertas con protección antipinchazos y textura en la banda de rodadura son bienvenidos.

También es recomendable bajar aproximadamente 1 bar de presión para conseguir más agarre.

Iluminación

Más que iluminar, las utilizaremos para ser vistos en condiciones de baja visibilidad con niebla o lluvia. También nos servirán por si nos sorprende la noche en una salida, o para que los más madrugadores rueden seguros.

Pueden salvarlos la vida, NO las menosprecies.

Herramientas

Para evitar que la bolsa con nuestras herramientas y cámara de repuesto acabe empapada o llena de suciedad, aprovechando que cuando llueve o en invierno bebemos menos y con un solo bidón será suficiente, la ubicaremos en el portabidones del tubo vertical.

Cierre de la tija

Uno de los puntos de entrada de agua al cuadro se ubica en la unión de la tija con el tubo vertical. Cortando una banda de una cámara vieja de mountain bike y ajustándola sobre la abrazadera del cierre conseguiremos una protección a prueba de diluvios.